Alcance y contenido
La mayoría de las fotografías de Marçal Molas corresponden a su época de fotoperiodista en el Diari de Girona, donde empezó a trabajar en octubre de 1990. Durante esos años la producción del fotógrafo fue intensa, y llegó a publicar hasta una decena de fotos diarias en las páginas del diario. Este material ilustra la vida social, política, cultural y deportiva de las comarcas gerundenses de aquellos años. Sucesos, vida política, actos y ruedas de prensa, juicios, retratos de personajes significados en el mundo de la cultura, representaciones culturales de todo tipo, exposiciones, así como un amplio abanico de diferentes deportes, componen los casi 90.000 negativos, en blanco y negro y en color, que nos sirven para acercarnos no solo a la vida de la ciudad de Girona, sino a la historia de la mayoría de los pueblos de la provincia en aquellos años.
En cuanto al material de naturaleza, recopila gran variedad de la flora y fauna de las comarcas gerundenses, con una mirada más artística que en el material anterior. Gran parte de las imágenes corresponden en la zona más próxima al domicilio del fotógrafo, La Bruguera de Sant Gregori, pero también retrata otros lugares de la provincia como los Aiguamolls de l'Empordà o el cabo Norfeu de Roses.
El material conservado en formato 6 × 6 nos presenta a un Marçal Molas mucho más experimental, que juega con los diferentes formatos y sensibilidades de las películas. En cuanto a su vida personal, son numerosas las imágenes de su pueblo natal, Sant Gregori, y de los ratos compartidos con sus amigos durante los años noventa, así como del ambiente familiar en la casa de Sant Gregori y de algunos viajes familiares. En cuanto a los viajes, destacan por encima de todo los reportajes de la ciudad nicaragüense de Bluefields, donde el fotógrafo pasó unas semanas en 1994, en el marco del hermanamiento de esta ciudad con Girona. Completan el fondo unos 500 positivos reunidos del archivo familiar que alcanzan desde el inicio del siglo xx hasta los años setenta.